Julio del Olmo Martin es Licenciado en Arqueología por la
Universidad de Valladolid. En 1989 con la compra de un avión ultraligero inicia
en la provincia de Valladolid los trabajos de arqueología con aplicación de
técnicas de Arqueología Aérea.
Los primeros resultados positivos llegan con
prontitud, y sirven para conseguir el apoyo económico y técnico del Servicio
Territorial de Arqueología de Valladolid y de la Dirección General de Patrimonio
de la Junta de Castilla y León. La expansión de los trabajos de Arqueología
Aérea a otras provincias de la Comunidad Castellano Leonesa conduce a la
necesidad de tener que utilizar aviones de mayor autonomía y cualidades de
vuelo; en principio se alquilan avionetas de aeroclub, pero en 1995 se afronta
la compra de una avioneta y se adquiere la titulación de piloto privado.
En coordinación con los servicios citados de la Junta de Castilla y León los
trabajos de Arqueología Aérea se han ajustado fundamentalmente a tres
proyectos:
- El primero se ha realizado en la practica totalidad del territorio provincial de Valladolid, en coordinación con los equipos de prospección terrestre que en estos últimos años han venido realizando el Inventario Arqueológico Provincial. Fundamentalmente en este tiempo se han ido seleccionando y sumando cada año yacimientos de entre los hallados por los equipos de prospección terrestre, y que por reunir una serie de cualidades, como periodo cultural, afloramiento de materiales en superficie, etc., nos hacían pensar que desde el aire podríamos con mayor facilidad detectar alteraciones en los suelos y siembras por la ocupación antrópica. Se puede afirmar que este es un trabajo en principio con fines de gestión y documentación patrimonial.
- Un segundo proyecto se desarrolla en casi todas las provincias de esta región, por otra parte la mas extensa de Europa. La técnica de arqueología aérea se ha empleado en yacimientos romanos, numerosos y bien documentados en la bibliografía. La elección del mundo romano ha venido determinada por la abundancia y la importancia de las villas romanas en toda la cuenca del Duero a partir del siglo IV. Al tiempo de las villas excavadas, estas lo han sido casi exclusivamente en sus áreas nobles, desconociéndose la extensión y estructuración de las áreas rústicas y fructuarias. La elección de ciudades romanas y/o vacceas o vacceo-romanas, se ha hecho con el objetivo de descubrir la trama urbana de estos núcleos, mal conocida en la generalidad de las ciudades por la reducida extensión de las excavaciones, además de en algunos casos zanjar la discusión de su lugar de ubicación.
- Un tercer proyecto que con continuidad en el tiempo se realiza, consiste en la prospección en extensión de áreas geográficas bien definidas. En los dos proyectos anteriores hemos visto como la prospección se centra sobre yacimientos concretos, en este caso tanto en el valle del río Esgueva en Valladolid como en el Cerrato Palentino, se han elegido valles secundarios en relación a la grandes cuencas del río Pisuerga y Duero, que en general tienen una largura entre veinte y cuarenta kilómetros, siendo prospectados con diversas pasadas en toda su extensión, con el fin no solo de detectar alteraciones en los suelos ocupados por yacimientos conocidos sino también descubrir yacimientos hasta ese momento inéditos, con el objetivo de ir completando un mapa de estructuras de poblamiento a lo largo del tiempo en esa zona.
El Castro 1992 |
ARQUEOLOGÍA AÉREA
La Arqueología Aérea es una técnica arqueológica que tiene
como fin el descubrimiento de documentos arqueológicos. Documentos históricos
con los que el arqueólogo puede acercarse y desgranar nuestro pasado. El
especialista en arqueología aérea necesita tener un buen conocimiento y control
del comportamiento de los suelos y la vegetación de su espacio de trabajo,
atento a las influencias en los mismos de los factores climáticos: como
pluviometría y temperaturas anuales que tanto influyen en el desarrollo y éxito
de las campañas.
El especialista en arqueología aérea emplea medios
aeronáuticos que le permiten situarse a alturas y ángulos, que combinados con
un conocimiento de las cualidades de la luz le ayuda a conseguir la detección
de alteraciones en suelos o cultivos. Por último el especialista utiliza para
el registro del documento hallado la cámara fotográfica.
A veces, incluso
algunos arqueólogos utilizan la expresión "fotografía aérea" cuando
se refieren a la arqueología aérea. Fotografía aérea no deja de ser un término
por principio genérico, y por tanto incapaz de definir un hecho concreto. En
segundo lugar el especialista en arqueología aérea emplea la cámara y el dibujo
de fotointerpretación, del mismo modo que el arqueólogo de una excavación lo
emplea para registrar el hallazgo, su posición y su relación con el resto de
materiales circundantes, y no por ello se emplean términos como fotógrafo de
excavación, o excavación fotográfica.
Santa Gimia |
La arqueología aérea tiene la gran cualidad de que el éxito
del trabajo puede significar la detección de estructuras en un espacio muy
amplio; mas al menos de lo que abarcan la generalidad de las excavaciones,
aunque se realicen durante años. De tal manera que de un golpe de vista podemos
descubrir la trama urbana de una ciudad, el gran foso circular que rodeaba un
poblado prehistórico, la barbacana de un castillo desaparecido, o la planta de
una villa romana.
El registro de las alteraciones, la fotointerpretación, la
comparación tipológica, la prospección superficial no son suficientes en muchas
ocasiones para completar el trabajo arqueológico, siendo necesaria la
excavación para una lectura más precisa del documento. Pero mientras para
excavar generalmente se elige el punto de excavación arqueológica un poco
"a ciegas", la posesión del documento arqueológico nos permite a
priori dirigir la excavación a puntos de interés.
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